A continuación se muestra el portfolio preparado para impresión. Se presenta como si hubiese sido desencuadernado, es decir, está hecho como si las páginas se fueran a doblar por la mitad.

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Se busca una composición atractiva, organizada y equilibrada, aportando una identidad personal. El formato se articula con los contenidos y la retícula elegida. Las fuentes tienen carácter e identidad. Además, los resaltes se gestionan notablemente (gestión de interlineado, lecturabilidad, solidez de los textos), creando jerarquías claras, definidas y rotundas. Se busca la aplicación del color con armonía, visualidad y atractivo en todas las partes del trabajo. Es muy importante que las imágenes estén bien editadas, descriptivas y con resolución suficiente para que, sin pérdida de calidad, el tamaño del archivo pueda ser reducido.

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